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Las relaciones institucionales son imprescindibles en la actualidad

Jordi Montaña es director del área de Comunicación del Grupo agroalimentario Vall Companys donde participa activamente en la gestión de las relaciones institucionales. Anteriormente, se desempeñó como Gerente de Comunicación Corporativa, Crisis y Asuntos Públicos en LLYC. Cuenta con una larga trayectoria en asesoría de comunicación política e institucional. También se ha especializado en el ámbito de comunicación de crisis. Ha sido el responsable de comunicación de la Oficina del expresidente de la Generalitat, Artur Mas y, previamente había trabajado en el gabinete de comunicación del grupo parlamentario de Convergencia i Unió en el Parlamento de Cataluña.

A lo largo de unas preguntas, compartió su experiencia y visión de la importancia de las relaciones institucionales hoy en día tanto en el sector público como en el privado.

1. ¿Cuáles serían las tendencias actuales en el ámbito de las RRII en comparación con los tiempos pre-pandemia, qué diferencias se observan?

La pandemia de la Covid- 19 lo que ha hecho es ponernos ante el espejo y ver que las instituciones y organizaciones, estamos expuestos a una serie de riesgos muy evidentes que, anteriormente no estaban tan interiorizados en la mente del top management de muchos sectores empresariales y sociales. Esto, lo que ha provocado es que, a partir de ahora, después de esta recesión y gran golpe, todo el mundo esté más preparado a nivel institucional, que se detecten mejor los riesgos y se traten de optimizar mucho más los puntos fuertes que tiene cada institución, organización o empresa.

2. ¿Cuál sería un esquema metodológico eficaz para tener éxito en las RRII?

Metodológicamente debemos tener en cuenta que esto no es una ciencia exacta, sino que estamos tratando de ciencias sociales, pero aún así la metodología está muy parametrizada. La primera parte sería hacer un buen análisis de debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades y a partir de aquí tenemos una radiografía clara del contexto actual. en función de este contexto, se puede identificar los principales públicos de interés, los “stakeholders” y a partir de aquí cuando tenemos muy bien identificados el contexto y cuáles son las figuras relevantes con las que tenemos que establecer una buena o mala relación, pero mantener estas relaciones, en función del objetivo y del propósito que tengamos, debemos saber cómo nos comunicamos con ellos.

La comunicación siempre se ve como algo muy al margen de las relaciones institucionales, no obstante, creo que son dos mismas caras de una misma moneda y creo que es importante para poder trabajar en un posicionamiento institucional y comunicar bien el mensaje y ser percibido como tu quieras ser percibido o como mínimo no ser percibido como otros o tus competidores quieren que seas percibido.

3. ¿Qué valores destacarías como imprescindibles para el desarrollo de las funciones en materia de dirección de RRII?

Es importante que las relaciones institucionales que, siempre han sido concebidas como cuestiones muy jerárquicas, o con cosas muy distanciadas de la arena del día a día, se basen por un valor concreto de la empatía. La empatía es cómo optimizamos la comunicación desde un punto de vista de sumar, multiplicar y poder optimizar al máximo los resultados y nos acerquen así al propósito institucional dentro de la organización o de la empresa a la que trabajamos o prestamos servicio. Creo que el concepto de empatía aplicada a cualquier stakeholder  tendría que estar grabado con fuego en el despacho de cualquier director de relaciones institucionales.

 4. ¿Cuáles son los retos de las RRII en la actualidad y campos por conquistar?

Los retos de las relaciones institucionales en la actualidad, teniendo en cuenta el sector privado, tenemos el deber entre todos de hacer pedagogía de que el lobby o los asuntos públicos o public affairs es una cuestión que se debe normalizar, una cuestión de cultura política, administrativa, cultura de lo público, porque a lo largo de los últimos años en España y en el sur de Europa siempre ha estado relacionado con un estereotipo de malas prácticas. Todos juntos, tenemos que hacer esta pedagogía, a nivel universitario, empresarial, institucional para que no sea un apéndice más de una organización, o de una dirección general de una empresa o de una presidencia de una institución pública sino que sea concebido como un área imprescindible de la misma forma que lo es el control financiero, la gestión del talento o el i+d+i, entre otros.

En conclusión, las relaciones institucionales son imprescindibles para un mundo tan cambiante y visiones tan diferentes pues el fin de estas hacer que las instituciones, personas u organizaciones sean percibidas como cada una de ellas quieren que sean percibidas y no que alguien más fomente una idea errónea. Después de la pandemia, las instituciones entendieron la importancia de las relaciones institucionales pues se convirtieron en una herramienta para estar mejor preparados en todos los ámbitos y saber afrontar todo tipo de crisis, sea de imagen o reputación, de carácter global o nacional.

Por: Laura Mendigaña Ruiz