Lagunas jurídicas: el caso de los grupos de presión de Huawei
19/06/2025

En marzo de 2025, el Parlamento Europeo activó medidas de emergencia tras un escándalo de presunta corrupción vinculado a Huawei: suspendió el acceso de los grupos de presión de la multinacional china a sus sedes y prohibió el uso de dispositivos móviles de la marca entre funcionarios de la UE. La decisión se produjo dos semanas después de que fiscales belgas ordenaran 21 registros en oficinas del Parlamento y domicilios vinculados a asistentes y ex‑eurodiputados, acusando a lobistas de ofrecer sobornos, como entradas a partidos, smartphones, viajes y dinero en efectivo, a cambio de apoyar la implantación del 5G de Huawei en Europa.
Asimismo, la Comisión Europea instruyó a sus miembros a suspender por completo cualquier contacto con la compañía “hasta nuevo aviso”. A pesar de estas restricciones urgentes, expertos y ONG alertan que persistirían “lagunas legales” que permitirían a la multinacional seguir operando a través de intermediarios y actividades externas al acceso directo al Parlamento.
Y es que el caso Huawei vuelve a poner sobre la mesa la fragilidad institucional de la Unión Europea frente a los intereses de grandes instituciones y empresas extranjeras. Si bien existen normas de transparencia y registros obligatorios para lobistas, lo cierto es que muchas veces estos actores operan por fuera del marco formal, triangulando acciones a través de consultoras, asociaciones pantalla o incluso exfuncionarios que siguen teniendo llegada a cargos clave.
Más que un caso aislado (porque también podríamos mencionar el Qatargate o la condena a Marine Le Pen), este escándalo nos recuerda que el lobby no es sólo una herramienta legítima de representación de intereses, sino también un espacio vulnerable a prácticas opacas cuando falta o falla la regulación y el monitoreo. Huawei no es la primera ni será la última en intentar ganar influencia en Bruselas. Y si bien la institución parlamentaria europea ha ido ampliando algunas medidas de transparencia, integridad y lucha contra la corrupción, se nos presenta una pregunta: ¿cuánto poder están dispuestas a ceder las democracias europeas en nombre de la innovación, la inversión extranjera o la “neutralidad tecnológica”? En un mundo cada vez más tensionado entre seguridad digital y geopolítica, la transparencia en el lobby no es un lujo institucional: es una necesidad urgente.
Por Equipo 3