Conectando con la generación hipercrítica: la revolución de la comunicación global en la era de las marcas humanas
28/11/2023
Una nueva generación ha comenzado a ser consumidora; una generación hipercrítica que viene a exigir un cambio radical en las reglas del juego. Tienen valores arraigados, una conciencia social activa y una serie de expectativas claras de lo que esperan de las marcas cuando ofrecen sus servicios y/o productos.
En el dinámico escenario del consumo contemporáneo, las marcas se ven confrontadas con la necesidad de adaptarse a una generación hipercrítica que desafía lo antes establecido. En la actualidad, vivimos en un mundo donde los consumidores buscan más que productos y servicios, pues ahora piden también una conexión más profunda que conecte con los valores que se han apropiado. Las estadísticas actuales han dado a conocer el cambio de preferencias en cómo consumen las nuevas generaciones y dejan una clara tarea a las marcas que quieren sobrevivir este cambio: repensar el enfoque. Las nuevas generaciones exigen de sus marcas, autenticidad, transparencia y una conexión genuina. La comunicación global ya no puede limitarse a mensajes persuasivos, tiene que poner la autenticidad como eje central.
En ese sentido, son varias las marcas que han entendido este mensaje y han comenzado a transitar hacia ello, han transformando de forma significativa la forma en que se comunican con sus audiencias, dejando de lado la simple enumeración de características de productos y caminando hacia la construcción de una identidad que establece conexiones emocionales más profundas. Al ajustar los mensajes de las marcas para reflejar valores, propósitos y preocupaciones compartidas con la generación hipercrítica, estas marcas no solo se conectan emocionalmente con sus audiencias, sino que se posicionan como compañeros de viaje en la búsqueda de metas y valores comunes.
Esta evolución en la forma en que las marcas se comunican no es solo un cambio estético sino que tiene un impacto profundo en los planes globales de comunicación. La creación de contenido ya no se trata solo de promocionar, sino de contar historias que resuenen con la identidad y aspiraciones de los consumidores. Los canales de comunicación que se utilizan, también han cambiado y ahora se seleccionan de manera cuidadosa con la finalidad de maximizar la autenticidad y el alcance emocional.
Pongamos un ejemplo; la campaña «Real Beauty» de Dove ha sido un paradigma en la redefinición de la narrativa de marca, donde en lugar de simplemente destacar las características de sus productos, Dove se embarcó en una misión más amplia: promover la belleza real y desafiar los estándares tradicionales de belleza. Temas que las nuevas generaciones han convertido en un estandarte de sus valores.
Desde la dominante demanda de transparencia hasta la creciente importancia de la conexión emocional, las marcas exitosas han comprendido la necesidad de humanizarse y adaptarse a los valores y preocupaciones de una generación hipercrítica. Este cambio hacia la autenticidad y la narrativa emocional no solo ha transformado la forma en que las marcas se presentan, sino que también ha redefinido el propósito de la comunicación global.
En conclusión, es evidente que la capacidad de contar historias que resuenen en los consumidores, de abordar desafíos de manera transparente y de construir conexiones genuinas, se ha convertido en el corazón de la estrategia de comunicación moderna.
Por Luisa Fernanda Turrent Calderón