Comunicación en salud. El desafío de la creatividad en un área delimitada por las normativas
26/05/2025
A partir de los planteamientos del profesor Enric Gómez, sobre los límites y posibilidades de la comunicación en salud, esta publicación explora los desafíos que enfrentan los comunicadores al desenvolverse en uno de los sectores más regulados del mundo. En un entorno donde la salud está fuertemente controlada, comunicar con eficacia se convierte en un ejercicio de equilibrio entre lo ético, lo legal y lo emocional. A diferencia de otros sectores, la industria farmacéutica y médica está sujeta a normativas estrictas impuestas por organismos como la EMA en Europa o la FDA en Estados Unidos. Estas regulaciones determinan no sólo cuándo y cómo se puede lanzar un medicamento al mercado, sino también qué tipo de información puede compartirse y en qué momento del proceso. En este contexto, la creatividad en comunicación enfrenta un terreno desafiante: informar sin exagerar, sensibilizar sin alarmar, visibilizar sin vulnerar la normativa.
Pero, ¿Cuáles son las estrategias para comunicar enfermedades poco frecuentes, que afectan a muy pocas personas, sin nombrar el producto que las trata? ¿Cómo generar conciencia en la población si no se puede hablar directamente de la solución? Este dilema, más que un obstáculo, puede ser una oportunidad para repensar el rol de la comunicación en salud.
Algunos casos recientes ilustran cómo es posible sortear estos límites con ingenio. En 2016, una campaña de concienciación sobre la acromegalia utilizó la figura de un exjugador de baloncesto para visibilizar esta enfermedad rara, enfocándose en los síntomas y el impacto humano más que en el tratamiento. De manera similar, en 2022, la campaña La Gran Diferencia logró abrir una conversación pública sobre la sialorrea, una condición poco conocida, apelando a la empatía y al reconocimiento social.
También se discutió en clase el ejemplo de Viagra, fármaco de prescripción inicialmente desarrollado para una afección cardíaca. Su comunicación se transformó en un hito al convertir un efecto secundario en el eje del discurso público, derribando tabúes y creando una conversación accesible, emocional y directa. Fue una muestra de cómo la creatividad puede encontrar grietas en la rigidez normativa para conectar con las personas de forma honesta.
Estos casos abren una serie de preguntas clave para quienes trabajamos en comunicación: ¿Dónde está el límite entre educar y persuadir?, ¿es posible ser creativo sin perder el rigor científico?, ¿cómo puede la comunicación contribuir a la salud pública sin infringir las normativas?
Más que encontrar respuestas cerradas, el ejercicio está en mantener estas preguntas vivas. Porque solo desde la duda activa se puede construir una comunicación verdaderamente innovadora, responsable y efectiva en un sector donde las palabras y su regulación pesan tanto como los medicamentos que se comunican.
Referencias:
1. Agencia Europea de Medicamentos – EMA: https://www.ema.europa.eu/en
2. FDA – Drug Development Process: https://www.fda.gov/patients/learn-about-drug-and-device-approvals/drug-development-process
3. AEMPS – Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios: https://www.aemps.gob.es/
Elaborado por: Grupo 4 / Elizabeth Torres